domingo, 6 de julio de 2014

Temas, materiales y medios en el arte contemporáneo venezolano

El arte contemporáneo se ha visto tocado en su aceptación y mercado a nivel institucional, por los mismos temas que refleja, que según Gómez y Villanueva tienen que ver con: 

  • Politizar el espacio público 
  • Incluir al espectador activamente en la percepción
  • Lectura y construcción de la obra
  • Crear archivos y narrativas que articulen la historia
  • Criticar lo moderno en ciertos casos


Dichos puntos podrían ser asociados además, con esa conformación y aprobación por parte del arte y el público por preferir unos rasgos por sobre otros, tal como lo manifiesta Hernández, en contraposición al arte moderno ampliamente admitido y comercializado por ser preponderantemente óptico y visual, como apunta Pérez Oramas.


Otra cuestión tiene que ver con los materiales que los artistas utilizan para sus obras, se ha llegado a decir que el arte contemporáneo es un arte de riparografía o de desechos (Pérez Oramas); los materiales tienen una representación significativa porque en cierto modo muestran de qué está hecho el país y nuestra cultura: cemento, alambre, madera y hasta el mismo cuerpo del artista y el espectador en algunos casos; en fin elementos no convencionales en oposición al arte formal. Aspectos en los que coincidimos con los referidos por Gómez y Villanueva cuando dicen que el arte contemporáneo abarca medios diversos como performance, video instalaciones, pintura, animaciones digitales, objetos y fotografía digitalizada, por tal motivo podría decirse que han generado un quiebre en el canon del arte; es interesante además, que Armando Reverón fue quien comenzó con la utilización y desarrollo de tal práctica artística en nuestro país tal como lo sugieren Luis Pérez Oramas, y Manuel Ortega Navarro en su ensayo “Origen del arte conceptual en Venezuela”. Este artista merecería una revisión particular.

Sabemos por información suministrada de Dulce Gómez y Francisco Villanueva que en 1.972 Eugenio Espinoza creó su obra el Impenetrable con cierto sentido de criticar el Penetrable de Jesús Soto y mostrar nuevos modos de ver la obra de arte, en ella observamos la retícula transformada, con un trasfondo de cuestionar el espacio expositivo politizado y mostrar relaciones espaciales entre sujeto y obra.


    
El Impenetrable
Eugenio Espinoza

Encontramos igualmente a Antonieta Sosa con algunos de sus performances donde integra al espectador como actor público, al factor político y más que nada el cuerpo propio,  como en Plataforma II la cual ella misma quemó (en plaza Morelos 1.969) protestando por la situación de ese entonces en Brasil y que Venezuela participó allí en una Bienal; de esta forma politizó el espacio público. Esta misma artista con su obra Situación llamada casa en 1.981 hizo referencia del contexto venezolano real  (la obra: un rancho, que nos remite a pensar en el de Meyer Vaisman, Verde por fuera, rojo por dentro en 1.993, dentro de la exposición CCS-10).


Plataforma II
Antonieta Sosa
Verde por fuera, rojo por dentro
Meyer Vaisman 
                                

Del cuerpo, al vacío
Antonieta Sosa

Por otra parte, tenemos las obras de Juan Araujo con paisajes, constituyendo una especie de archivo que desmantela y deconstruye el significado de la obra, tal como Dulce Gómez y Francisco Villanueva acotan. 

        
        
Residencia Batea
Juan Araujo

         
Fachada de la Biblioteca de Ingeniería UCV
Juan Araujo


De igual manera vemos a Luis Molina Pantin, que con sus fotografías logra archivar visualmente la cultura contemporánea.




Banco Unión
Luis M. Pantin


Banco Nacional de Descuento
Luis M. Pantin





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