lunes, 14 de julio de 2014

Sinopsis del artista su obra y su contemporaneidad

     Nuestra investigación sobre el artista y arte contemporáneo venezolano nos ha conducido a los siguientes resultados:

     El arte contemporáneo venezolano es un arte no convencional realizado como una acción de vida en sociedad, como podemos observar con esta obra de Diego Barboza realizada en 1975 para llevar el arte a la audiencia alejada de los museos, además de mostrar elementos folklóricos.

La Caja del Cachicamo
Diego Barboza
     El artista contemporáneo venezolano incorpora en su obra tanto su cuerpo como el del espectador, cosa que no pasa en el arte convencional, así podemos verlo en esta obra de Antonieta Sosa 1980 que además manifiesta la idea de ver el arte como una forma discursiva o manera de pensar.

Conservación con un baño de agua tibia
Antonieta Sosa
     La obra de arte contemporáneo está hecha de diversos materiales, alambre, cemento, el cuerpo, materiales significativos de nuestra cultura, referentes que nos lleven a pensar en un significado determinado, por ejemplo con la siguiente obra de José Gabriel Fernández.

Los Célibes
José Gabriel Fernández
     El artista contemporáneo venezolano crea su obra para generar conciencia en la sociedad sobre diversos temas, con José Antonio Hernández Diez podemos ver una crítica a la cultura del consumismo y de los Jordan en Caracas.


Marx
José Antonio Hernández Diez
     En ocasiones encontramos obras contemporáneas venezolanas que generan críticas políticas, tal como ocurre con Antonieta Sosa en 1969, politizando el espacio público.

Plataforma II
Antonieta Sosa
     Dentro del arte contemporáneo venezolano hallamos frecuentemente el cuestionamiento de la institucionalidad del arte, la siguiente obra nos lleva a pensar lo que ocurre con la misma dentro o fuera de una institución, es de Flix un grafitero nacional.

Indigestión
Flix
     Hay obras de artistas contemporáneos venezolanos que reflejan la relación del espacio con la creación y el espectador, haciendo tales elementos parte de la obra misma así lo observamos con Eugenio Espinoza.

Impenetrable
Eugenio Espinoza
     Los espacios expositivos del arte contemporáneo en Venezuela son diversos, aquí vemos las calles de Caracas (en otras hemos visto instituciones) con Flix.

Robot
Flix
     El arte contemporáneo venezolano está integrado por arte urbano (el que se hace en la ciudad para la ciudad), popular (muestra la cotidianidad del venezolano, sus costumbres y creencias más arraigadas), objetual (se recaptura al objeto desecho o de utilidad cotidiana), conceptual (tiene que ver con los conceptos e ideas que quieren representarse), bípedo (información y pedagogía, con dos lenguajes artísticos enfrentados).

Nidos
Milton Becerra
     El artista contemporáneo busca documentar la cultura contemporánea que le rodea, así lo vemos con Luis Molina Pantin, resalta las tecnologías y modos de vida del hombre contemporáneo.

Sin título
Luis Molina Pantin
     La obra es como una unidad de dos caras totalmente arbitrarias como el signo lingüístico. En esta obra observamos un armario pero ninguna luz, es algo arbitrario pensar que la misma podría representar ese querer salir a la luz del artista como es realmente.

Armario de luces
José Gabriel Fernández

     La obra contemporánea para ser funcional debe tener aparte de su significante un significado relacionado al contexto. Con Claudio Perna en esta obra pensamos que el mismo la hizo para mostrar el entorno político de Venezuela luego del boom petrolero.


Partidos políticos y personajes de América Latina
Claudio Perna

     El arte contemporáneo tiene una tendencia antropológica, va dirigido desde y para el ser humano, con Jacobo Borges y su siguiente obra se manifiesta la relación entre el hombre, la ciudad y el objeto.

Imagen de Caracas
Jacobo Borges
     Existen obras que desestabilizan por representar la cruda realidad, es el caso de esta obra de Meyer Vaisman que incluso fue censurada.

Verde por fuera, rojo por dentro
Meyer Vaisman
     En el arte contemporáneo venezolano podemos ver distintas disciplinas del saber humano, spicología (Antonieta sosa), pedagogía (Marco Antonio Ettedgui), ciminología (Dulce Gómez).

Dibujo en rojo
Dulce Gómez
     El artista contemporáneo no se aleja de la realidad y el contexto que le rodea para crear su obra. José Antonio Hernández Diez representa la cultura skate y hasta la delincuencia.
Vehículos perfectos
José Antonio Hernández Diez
     El artista contemporáneo busca llegar al público por cualquier medio que esté a su alcance, tal como se ve en Alfredo Jarr con la comunidad de Catia.

La cámara lúcida
Alfredo Jarr
     El arte contemporáneo venezolano tiene una función comunicacional, tal como Bernardita Rakos y su obra lo manifiestan, el tema la muerte y la violencia en el país.

Nuestro juramento
Bernardita Rakos
     Para culminar, podemos decir que tanto el arte como el artista contemporáneo venezolano nos quieren conducir a ver la realidad que nos rodea, a cuestionarla y aceptarla hasta cierto punto tal como es, ya que en ella vemos cosas que podrían ser mejores pero únicamente si como actores sociales decidimos hacer algo para lograr un cambio positivo en la misma.




domingo, 6 de julio de 2014

Temas, materiales y medios en el arte contemporáneo venezolano

El arte contemporáneo se ha visto tocado en su aceptación y mercado a nivel institucional, por los mismos temas que refleja, que según Gómez y Villanueva tienen que ver con: 

  • Politizar el espacio público 
  • Incluir al espectador activamente en la percepción
  • Lectura y construcción de la obra
  • Crear archivos y narrativas que articulen la historia
  • Criticar lo moderno en ciertos casos


Dichos puntos podrían ser asociados además, con esa conformación y aprobación por parte del arte y el público por preferir unos rasgos por sobre otros, tal como lo manifiesta Hernández, en contraposición al arte moderno ampliamente admitido y comercializado por ser preponderantemente óptico y visual, como apunta Pérez Oramas.


Otra cuestión tiene que ver con los materiales que los artistas utilizan para sus obras, se ha llegado a decir que el arte contemporáneo es un arte de riparografía o de desechos (Pérez Oramas); los materiales tienen una representación significativa porque en cierto modo muestran de qué está hecho el país y nuestra cultura: cemento, alambre, madera y hasta el mismo cuerpo del artista y el espectador en algunos casos; en fin elementos no convencionales en oposición al arte formal. Aspectos en los que coincidimos con los referidos por Gómez y Villanueva cuando dicen que el arte contemporáneo abarca medios diversos como performance, video instalaciones, pintura, animaciones digitales, objetos y fotografía digitalizada, por tal motivo podría decirse que han generado un quiebre en el canon del arte; es interesante además, que Armando Reverón fue quien comenzó con la utilización y desarrollo de tal práctica artística en nuestro país tal como lo sugieren Luis Pérez Oramas, y Manuel Ortega Navarro en su ensayo “Origen del arte conceptual en Venezuela”. Este artista merecería una revisión particular.

Sabemos por información suministrada de Dulce Gómez y Francisco Villanueva que en 1.972 Eugenio Espinoza creó su obra el Impenetrable con cierto sentido de criticar el Penetrable de Jesús Soto y mostrar nuevos modos de ver la obra de arte, en ella observamos la retícula transformada, con un trasfondo de cuestionar el espacio expositivo politizado y mostrar relaciones espaciales entre sujeto y obra.


    
El Impenetrable
Eugenio Espinoza

Encontramos igualmente a Antonieta Sosa con algunos de sus performances donde integra al espectador como actor público, al factor político y más que nada el cuerpo propio,  como en Plataforma II la cual ella misma quemó (en plaza Morelos 1.969) protestando por la situación de ese entonces en Brasil y que Venezuela participó allí en una Bienal; de esta forma politizó el espacio público. Esta misma artista con su obra Situación llamada casa en 1.981 hizo referencia del contexto venezolano real  (la obra: un rancho, que nos remite a pensar en el de Meyer Vaisman, Verde por fuera, rojo por dentro en 1.993, dentro de la exposición CCS-10).


Plataforma II
Antonieta Sosa
Verde por fuera, rojo por dentro
Meyer Vaisman 
                                

Del cuerpo, al vacío
Antonieta Sosa

Por otra parte, tenemos las obras de Juan Araujo con paisajes, constituyendo una especie de archivo que desmantela y deconstruye el significado de la obra, tal como Dulce Gómez y Francisco Villanueva acotan. 

        
        
Residencia Batea
Juan Araujo

         
Fachada de la Biblioteca de Ingeniería UCV
Juan Araujo


De igual manera vemos a Luis Molina Pantin, que con sus fotografías logra archivar visualmente la cultura contemporánea.




Banco Unión
Luis M. Pantin


Banco Nacional de Descuento
Luis M. Pantin





sábado, 5 de julio de 2014

El artista, su obra y su contemporaneidad

El arte contemporáneo en Venezuela puede ser visto como una acción de la vida en sociedad, porque el mismo se aleja del arte moderno por tener una tendencia antropológica, tal como lo expresa Luis Pérez Oramas en “La Invención de la Continuidad”; es por esta razón que considerando lo expuesto por este autor y otros como Carmen Hernández con su ensayo “Algunas reflexiones sobre el campo y el canon del arte contemporáneo venezolano” y Julieta González en Una breve genealogía del arte contemporáneo en Venezuela”, nos aproximaremos a inventariar algunos artistas que comenzaron a desarrollarlo en nuestro país para ver qué posibles rasgos tienen en común las obras de este tipo, además de conocer los medios de expresión de los que se valen, tomaremos en cuenta artistas de los años sesenta, setenta, ochenta y noventa, tales como Eugenio Espinoza, Antonieta Sosa, Juan Araujo, José Gabriel Fernández, José Antonio Hernández Diez,  entre otros.

Para alcanzar nuestro cometido primero veremos algunos artistas y obras del arte moderno en Venezuela, además de señalar el paso de lo moderno a lo contemporáneo, luego presentaremos los temas y materiales que refleja el arte contemporáneo y por último presentaremos artistas comtemporáneos venezolanos y sus obras para ver ese contraste entre tales tendencias artísticas en nuestro país.

Ahora bien, para acercarnos al arte contemporáneo venezolano debemos considerar algunas bases mostradas en el surgimiento de la modernidad nacional y la influencia que ejerce sobre ésta nuestra historia, y su reflejo en lo político, económico, social y cultural. Esa modernista artística buscó representar nuestra verdadera nación con todos sus pros y contras (la mayoría de sus temas se relacionan a ello). Tal como apuntan Dulce Gómez y Francisco Villanueva, el cinetismo y la abstracción geométrica (tendencias de marcado éxito internacional, con nuestro representantes) introdujeron la modernidad en Venezuela, al punto de llegar a relacionarse con un proyecto político emergente por el boom petrolero alrededor de los años cincuenta, ya que fueron diversos artistas los encargados de construir y hasta ambientar diversas obras públicas como la Represa del Guri, la Ciudad Universitaria,  entre otras,  como dice Luis Pérez Oramas.



              
Represa del Guri
                     
Sala de máquinas del Guri
ambientada por Carlos Cruz Diez


Aeropuerto Simón Bolívar
Ambientado por Carlos Cruz Diez




Dibujar en el espacio
             Jesús Soto

Fisicromía en Plaza Venezuela
Carlos Cruz Diez


Japón rojo
                Jesús Soto


No podemos negar ni despreciar tan valioso aporte relacionado al progreso y producción del país como lo expresa Carmen Hernández, pero lo que este arte dejó de lado es ese sentir humano que nos conecta con la realidad en que vivimos, por decirlo de algún modo, claro que las obras pertenecientes a este campo están llenas de perfección, transparencia, pulcritud, aún así muy pocas reflejan la verdadera Venezuela (en el sentido de no tanto lo visual o lo que está a simple vista, sino lo significativo de la nación, su cultura).

En relación a la transición del arte moderno al arte contemporáneo venezolano; sabemos que se generó una polémica artística entre el arte abstracto  (basado en lo universal) y el arte figurativo (inclinado a lo nacional) en 1957 y que en 1958 fue cuando brilló el abstraccionismo, tal como Anita Tapias sugiere en su ensayo “Circunstancias políticas de comienzos de siglo”. Posteriormente, en la década de los sesenta se comenzó a desarrollar la nueva figuración donde encontramos artistas como Jacobo Borges, Mario Abreu, y Miguel Von Dangel, además del grupo El techo de la ballena (para más visita: http://www.corneta.org/no_69/techo_de_la_ballena_exposicion_y_libro.html) quienes practicaron el ensamblaje con objetos encontrados e hicieron alusiones al mundo indígena (en el caso de Pedro Terán) tal como Hernández apunta; esto nos hace pensar que dichos artistas ayudaron a abrir el camino del arte contemporáneo que se desarrollaría cabalmente a partir de 1970.


El Choro Tal
                Mario Abreu






Abra solar
                  Alejandro Otero


   


El círculo de los locos
               Jacobo Borges



Crucifixión del crucificado
Miguel Von Dangel 
                           

                       






viernes, 23 de mayo de 2014

Tres momentos de censura artística en Venezuela

     Sabemos por medio de Esteva Grillet Roldán que en la historia venezolana el desnudo en la estatuaria pública del país fue motivo de censura; primero en tiempos de Guzmán Blanco alrededor de 1874 en contra de la estatua de un fauno en la Plaza de abril, segundo en tiempos del General Juan Vicente Gómez con la India del Paraíso y tercero, en 1950  con la Junta Militar de Gobierno cuando Alejandro Colina exhibió su maqueta para el monumento a Bolívar, este artista ya había sido censurado y encarcelado por su Parque Aborigen de Tacarigua en 1933 tal como lo manifiesta Anita Tapias, sin embargo, continuó realizando el desnudo estatuario donde podemos ubicar su María Lionza por ejemplo.




María Lionza
Alejandro Colina


     Tenemos otros artistas como Aziz Anthony y Crucher Sammy quienes en sus obras muestran la censura que se vive en la sociedad, muestran incluso el racismo y como la sociedad silencia la voz de la gente, sus obras Pam & Kim entre otras lo evidencian claramente.




Pam & Kim
Aziz Anthony y Crucher Sammy



Aziz Anthony y Crucher Sammy



     Para culminar, debemos decir que sobre el arte venezolano, especialmente el del siglo XX hay mucho sobre qué indagar, esto ha sido un simple esbozo pero que ha tratado de mostrar la censura y falta de tolerancia al desnudo en el arte, no solo por entes religiosos sino también por la sociedad y hasta por críticos, que aunque no han sido mencionados han jugado un papel importante en cuanto al valor artístico de las distintas obras mostradas y su consiguiente aceptación a través de la Asociación Venezolana de Artistas Plásticos (AVAP) y la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA) a favor de la libertad de expresión, de no ser así no conoceríamos tales obras. Finalmente, pensamos que el arte sigue evolucionando pero el desnudo no desaparece sino que está presente en todos los medios de comunicación y hasta en la cotidianidad, hoy día más que nada en las redes sociales, sin embargo, creemos que no todos los desnudos son artísticos sino que hay diferencias con la pornografía por ejemplo, y que el mismo debe seguir usándose como medio de expresión y protesta para lograr nuestros cometidos sin violencia, tal como hace Erika Ordosgoitti actualmente por las situaciones que ha vivido el país, las cuales tienen que ver con economía, política y violencia; además, encontramos a la Organización de Nudistas Venezolanos que tratan de fomentar esta práctica y hasta modo de vida con fines naturistas y familiares dentro de las playas venezolanas para más información visita http://www.NudistasVenezolanos.org



Erika Ordosgoitti


lunes, 19 de mayo de 2014

El desnudo y su censura en Venezuela


Venus de Tacarigua


Se considera que el desnudo existe en las civilizaciones desde antes de ser colonizadas por los españoles (en el caso de América hispánica, especialmente Venezuela), donde la representación de la figura humana indígena desnuda es frecuentemente encontrada en el modelado de idolillos y pintada en piedra lo que le otorga un valor de culto y la convierte en portadora del mito que representaba a los dioses como una mujer por asociarla a su capacidad reproductora, misterio y maravilla como si fuese agua, tierra y aire los cuales dan frutos, peces y aves. Al llegar los españoles hicieron ver a los indígenas su desnudez y les impusieron sus creencias cristianas católicas a los mismos valiéndose de obras artísticas, por esto se dijo al comienzo en Mirada a la historia del arte venezolano y su censura que el arte sirve como medio para propagar la fe. No obstante, las representaciones de Dios, vírgenes, santos y hasta el purgatorio muchas veces eran representadas desnudas, por tal motivo en tiempos de la Inquisición alrededor de 1649 se le pidió al pintor y literato Francisco Pacheco del Río que escribiera el Arte de la Pintura donde se estipulaba la confección de imágenes religiosas otorgándole así el poder para censurar obras que no cumpliesen los preceptos establecidos.


Por otra parte, se sabe que el desnudo eclesiástico era permitido con excepciones, por ejemplo para incluir la cultura hispana y las clases sociales en representaciones del Purgatorio mediante el uso de colores mestizos y negros en la pigmentación de la piel y expresión fisonómica de los rostros. Grillet aporta ejemplos del arte colonial en Venezuela donde puede evidenciarse el desnudo en Cristo y el niño Jesús, incluye la imagen de talla completa del Nazareno de San Pablo y el Niño Jesús en la Colección de Arte Colonial en Quinta Anauco, entre otros.



Nazareno de San Pablo
Felipe de Ribas


Roldán Esteva Grillet igualmente manifiesta que el desnudo profano entró a Venezuela a finales del siglo XVIII mediante la exportación de obras europeas neoclásicas que fueron obtenidas por los ricos de Caracas con desnudos femeninos como símbolo de refinamiento y modernidad, también por los jóvenes que viajaban al extranjero a estudiar y al llegar al país expresaban sus ideas revolucionarias, nuevas, esto generó la censura moral en el arte por parte de la iglesia entre 1790 y 1818. Posteriormente, en el siglo XIX el desnudo se comenzó a aceptar en representaciones alegóricas de la libertad y la república así como en la épica, en este periodo se encuentran los artistas que Grillet menciona, Carmelo Fernández y Eduardo Blanco por ejemplo, quienes sintieron la necesidad de representar las razas aborígenes venezolanas desnudas y los patriotas llaneros. Del mismo modo, mediante la literatura clásica el arte se hizo más profano, se aceptó el desnudo por alegoría mitológica y como un recurso iconográfico en la pintura religiosa, donde encontramos por ejemplo a Arturo Michelena con su Leda y el Cisne expuesto en Mirada a la historia del arte venezolano y su censura 



María Lionza
Pedro Centeno Vallenilla


La vejez de Eva
Pedro Centeno Vallenilla
































Posterormente, con la creación del Círculo de Bellas Artes en 1912, se experimentó con el desnudo femenino sin que estuviese sujeto a preceptos literarios o simbólicos, se buscó la belleza de la forma, no representar momentos históricos ni religiosos, es en este periodo que se encuentran artistas como López Méndez y su Desnudo de 1941, y Marcos Castillo con La Pitonisa de 1956, pero el único que se obsesionó con el desnudo fue Pedro Centeno Vallenilla, representó tanto mujeres como hombres blancos, negros e indígenas.





Desnudo
López Méndez

La Pitonisa
Marcos Castillo


Pedro Centeno Vallenilla

domingo, 18 de mayo de 2014

Mirada a la historia del arte venezolano y su censura


Leda y el Cisne
Arturo Michelena


El arte venezolano del siglo XX se ha visto atacado por posturas morales, religiosas y políticas (más que por preceptos estéticos pertenecientes al arte), debido a la manifestación artística de elementos generadores de controversia, tales como artículos de prensa y de revistas por ejemplo, que informan al pueblo sobre hechos relevantes de índole social, económico, y de la realidad en general, este rasgo lo comparte con obras artísticas bien sean pictóricas, escultóricas y hasta con el performance que al representar la figura humana desnuda ha sido motivo de críticas y su posterior censura. Por ende, abordaremos artistas de distintas décadas del siglo pasado y del XIX, como Arturo Michelena, Pedro Centeno Vallenilla, López Méndez, Marcos Castillo y Alejandro Colina, entre otros,  con algunas de sus respectivas obras que han sido víctimas de polémica y censura; con la finalidad de demostrar que el desnudo es una forma de expresión artística, tal como lo es expresarse a través de artículos de prensa y revistas que funcionan como medio de persuasión, propagación de la fe, exaltación de los héroes patrios y en última instancia, como medio de protesta. 

   
            Alrededor de 1902-1903 cuando Cipriano Castro fue elegido presidente de Venezuela, se registró el primer caso de censura del periódico “La Linterna Mágica” por hablar en contra de este presidente y su gobierno; otro hecho similar ocurrió entre 1936-1937 cuando el gobierno de Juan Vicente Gómez estaba culminando y Leoncio Martínez publicó en su revista “Fantoches” una caricatura llamada “El arzoníspero” la cual aludía  a las relaciones mantenidas entre dicho mandatario y el arzobispo de Caracas Felipe R. González tal como lo manifiesta Anita Tapias; de igual manera, en la dictadura de Marcos Pérez Jiménez la prensa fue censurada por tocar temas políticos, no existía una libertad de expresión plena. Sin embargo, los políticos necesitan tanto de intelectuales, poetas y artistas para poder llegar al público, así como del arte y sus distintas manifestaciones, como se ve reflejado en los gobiernos de Medina Angarita y Rómulo Gallegos a mediados de los años cincuenta tal como acota Manuel Caballero, en estos periodos podemos ubicar a poetas como Andrés Eloy Blanco y Arturo Uslar Pietri que convirtieron a tales personalidades agradables para el pueblo.



            Ahora bien, se sabe que La Academia de Bellas Artes de Caracas era el único centro de enseñanza de las artes en Venezuela alrededor de 1904 pero, al entrar Gómez a gobernar el país en 1908 este desatendió la instrucción pública, por consiguiente, en 1909 los estudiantes de dicha institución hicieron huelga por el bajo presupuesto de becas y el método antiguo de enseñanza, además pedían el relevo  de su director Antonio Herrera Toro; pero en vista de no alcanzar su objetivo muchos se fueron del país y al regresar formaron con Leoncio Martínez en 1912 el Círculo de Bellas Artes donde encontramos que los integrantes de tal círculo fueron encarcelados por llevar a una joven para posar desnuda. Asimismo, Anita Tapias aporta información con respecto a la reestructuración de la Academia al morir Gómez, se le cambió el nombre a Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas de Caracas. Por otra parte, en 1948 se creó el Taller Libre de Arte lo cual amplió el arte en Venezuela ya que a través de periódicos y revistas los artistas, críticos e intelectuales podían expresarse, hecho que surgió a partir de 1941 al convertirse Venezuela en el primer exportador de petróleo como dice Manuel Caballero, donde la política y buena economía impulsaron a crear y reflexionar sobre lo creado.  
          

  Por dichas razones nos centraremos en la censura de obras artísticas venezolanas creadas en el siglo XX por su carácter de desnudez, Roldán Esteva Grillet define al desnudo como un género figurativo basado en la forma humana, femenina o masculina y su presencia varía según los períodos, creencias y modas. Igualmente, este autor presenta una serie de argumentos que hemos tomado en cuenta para demostrar que el desnudo es una forma de expresión artística utilizada como elemento persuasivo y de protesta.






La Artesa del Deporte
Pedro Centeno Vallenilla